El lifting de los brazos o braquioplastia está indicado para mejorar el contorno de los miembros superiores, principalmente en pacientes que han perdido mucho peso, y que el descenso no ha sido acompañado de la adecuada adaptación de la piel, quedando así un colgajo que interfiere en la calidad del vida del paciente.
La cirugía consiste en retirar el exceso de piel y grasa, devolviendo al brazo un contorno mas adecuado. Con frecuencia se asocia a lipoaspiración.
El procedimiento se realiza con anestesia local, asistida por sedación, para que el paciente esté dormido y sin dolor durante toda la intervención.
Las incisiones pueden ser realizadas en el pliegue axilar o en la cara interna del brazo, dependiendo del grado de laxitud de los tejidos. La calidad de las cicatrices mejora con el trascurso del tiempo, hasta volverse imperceptibles en ocasiones. La duración es de 2 horas aproximadamente. Es una cirugía ambulatoria y permite la reinserción laboral en pocos días. Como en cualquier procedimiento quirúrgico, aunque sean mínimas, existe la posibilidad de infección, sangrado y complicaciones con la anestesia. Los hematomas y la inflamación desaparecen en algunas semanas. Es necesario el uso de una prenda de compresión durante el mes posterior al procedimiento para dar contención, reducir la inflamación y que la piel se adapte a la nueva figura.