El injerto de grasa es un cirugía frecuente, eficaz y segura, empleada para mejorar diferentes áreas del cuerpo, entre ellas las manos. Tras el paso del tiempo, las manos van adelgazándose, adquiriendo un aspecto esqueletizado, los vasos sanguíneos y los tendones se tornan más visibles, y la piel se vuelve más delgada y transparente. Este injerto se obtiene de un acúmulo de grasa del propio paciente y por ello una vez colocado, no se comporta como un cuerpo extraño sino como un injerto autólogo, que aporta además de volumen, células que mejoraran notablemente el aspecto y la calidad de la piel de las manos, devolviendo juventud a las mismas. El procedimiento dura 1 hora aproximadamente y realiza con anestesia local.