El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra de forma natural en la piel. Su función es retener agua, aportando así hidratación y volumen. Con los años, esta sustancia se va perdiendo y el organismo disminuye su capacidad de reponerla, determinando una pérdida de volumen y tono de la piel del rostro y la aparición de arrugas y surcos.
El relleno de ácido hialurónico se utiliza para atenuar las arrugas estáticas del rostro, es decir, las arrugas que se ven aún cuando el rostro está en reposo, sin gesticular. También para atenuar surcos, como el nasogeniano, que son los pliegues que se producen desde el final de los laterales de la nariz y descienden oblicuamente hasta ambos extremos de la boca, y las líneas de marioneta, que son los surcos que van desde las comisuras de la boca hacia ambos lados del mentón. También para devolver volumen y tono a determinadas zonas como las mejillas y región peribucal “código de barras” y a veces solo para embellecer y resaltar áreas como la nariz, mentón y labios.
El ácido hialurónico es un gel que se aplica mediante microinyecciones en la piel, es un tratamiento simple, rápido, prácticamente indoloro, sin contraindicaciones ni reacciones adversas, siempre y cuando sea aplicado por un profesional médico capacitado.
Tiene una duración temporal entre 12 a 24 meses, lapso después del cual debe replicarse el producto.