En la rinoplastia o cirugía de nariz se realizan cambios en las diferentes estructuras de la nariz, buscando equilibrio y armonía con el resto del rostro.
La cirugía puede realizarse por medio de pequeñas incisiones que quedan ocultas dentro de la nariz, otras veces puede dejarse una pequeña y poco visible cicatriz.
Con frecuencia se asocia a procedimientos para mejorar la función respiratoria y a otros que contribuyen a otorgar armonía a la cara, como la mentoplastia o la otoplastia (cirugía de orejas).
El procedimiento se realiza con anestesia local, asistida por sedación, para que el paciente esté dormido y sin dolor durante toda la intervención. La duración es de 1 a 2 horas. Comúnmente se colocan telas adhesivas, sin ser necesarios yesos ni tapones nasales. Es una cirugía ambulatoria y permite la reinserción laboral en pocos días. Como en cualquier procedimiento quirúrgico, aunque sean mínimas, existe la posibilidad de infección, sangrado y complicaciones con la anestesia. Los hematomas y la inflamación desaparecen en algunas semanas.
Es importante saber que el resultado definitivo se verá luego de 6 a 12 meses de la cirugía, esto se debe a que los tejidos tardan en desinflamarse y el proceso de cicatrización es lento y varía en cada paciente.